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Español
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2016
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Publié par
Date de parution
25 avril 2016
Nombre de lectures
0
EAN13
9781785259760
Langue
Español
Poids de l'ouvrage
26 Mo
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25 avril 2016
EAN13
9781785259760
Langue
Español
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P. Brichetti y C. Dicapi
GUÍA DE CAMPO DE AVES DE ESPAÑA Y EUROPA
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
Fotografías de los autores, excepto las sig uientes: gal l o lira , urogallo y perdiz griega , de S. Abram; halcón común y oropéndola , de G. Barbieri; an darríos chico , alcaudón dorsirrojo y triguero , de R. Bertoli; somormujo lavanco , de P. Girardi; águila culebrera y gavilán común , de F. Maestri, y quebrantahuesos , de N. Montevecchi.
Ilustraciones de Jesús Gracia Sánchez.
Diseño de mapas de Regina Esteban Guevara.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2016
© [2016] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-78525-976-0
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
Índice
Introducción
Morfología
El esqueleto
Las plumas
Las alas
El pico
Las patas
La cola
Los ojos
Comportamiento
El comportamiento social
La comunicación
El cortejo
La nidificación
El comportamiento territorial
La migración
La observación de las aves
Cómo y dónde observar pájaros
Los prismáticos y el telescopio
La fotografía
Clasificación
Glosario
Fichas de las principales aves de Europa
Índice de nombres comunes
Índice de nombres científicos
Introducción
Morfología
Las aves presentan un cuerpo ligero y fuerte, y todas las especies tienen dos patas y un par de alas (estas últimas son, de hecho, como los brazos para el humano, y han evolucionado durante millones de años para emprender el vuelo sin problemas). El cuerpo de las aves está cubierto de plumas; en efecto, son los únicos animales que las tienen. Su estructura física es muy especial, pues las partes pesadas, en particular los músculos de las alas y las patas, se distribuyen alrededor de la caja torácica y la columna vertebral; esto les permite mantener el equilibrio tanto en el aire como en tierra. En resumen, su estructura morfológica está concebida para el vuelo.
PARTES DEL CUERPO DE UN AVE
El esqueleto
Durante la prehistoria, el difícil proceso de aprendizaje del vuelo de las aves llevó a una lenta adaptación de la estructura de su cuerpo para este fin. Las mandíbulas y los dientes se transformaron en pico, y la cola vertebrada se convirtió en la base para las plumas de esta zona. Durante millones de años, muchos de los huesos de las aves se han ido fusionando para proteger el cuerpo durante el aterrizaje. Asimismo, para que se enfrenten sin problemas a los rigores del vuelo, los huesos de las aves son huecos, si bien están reforzados por travesaños interiores (no obstante, en muchas especies que no vuelan o en las acuáticas, los huesos no son huecos). Una de las características que más llaman la atención cuando el ave está en pleno vuelo es su enorme quilla, la parte saliente del esternón a la que van fijados los músculos de las alas.
Las mandíbulas quedan ocultas por un revestimiento duro que forma el pico. El cráneo, constituido por huesos soldados, se articula a la primera vértebra del cuello por medio de una rótula, lo que confiere a la cabeza una gran movilidad.
La columna vertebral es flexible allá donde las vértebras cervicales están separadas, y es rígida donde las vértebras torácicas, lumbares, sacras y caudales están soldadas.
El ala es la extremidad anterior modificada. Tanto el húmero (el hueso del ala, equivalente al húmero humano) como el cúbito y el radio (hueso del ala equivalente al cúbito del hombre) se han alargado.
Las patas también han experimentado una gran modificación: la pelvis se ha alargado y se ha fusionado con algunas de las vértebras, y el fémur (hueso del muslo) se proyecta hacia delante para que las patas adopten una posición más central debajo del cuerpo. La falsa rodilla del ave, que se flexiona en sentido aparentemente contrario, es el tobillo. Por debajo de este hay un hueso que ha experimentado un alargamiento, el tarso, que se une con no más de cuatro dedos.
Aunque el tamaño difiere de unas aves a otras, la silueta de las aves voladoras es parecida: cuerpo aerodinámico, esqueleto sólido pero ligero y músculos potentes, que se ciñen al esqueleto y contribuyen a formar un cuerpo adaptado para el vuelo. Las aves de presa o los paseriformes, por ejemplo, se ajustan bastante a la forma aerodinámica ideal: cuello corto o bien recubierto de plumas, pecho ancho debido a la quilla, huesos pélvicos que se extienden hacia delante y cola en forma de huso.
Las plumas
Todas las aves tienen el cuerpo cubierto de plumas; de hecho, son los únicos animales que las tienen. Las plumas están formadas por queratina —la misma proteína que constituye los pelos y uñas del ser humano y demás mamíferos—; protegen del frío, del viento y del agua a las aves, y son elementos fundamentales para que su cuerpo sea aerodinámico. Muchas especies tienen plumas coloreadas o con formas particulares, que les sirven para advertir de su presencia, camuflarse o atraer a la pareja durante el apareamiento.
El plumaje de las aves está constituido por cuatro tipos de plumas: las de fondo (o plumones), las exteriores, las remeras y las timoneras. Las suaves y finas plumas del plumón retienen una capa de aire que proporciona un excelente aislamiento. Las exteriores (cobijas) las protegen de la intemperie. Las plumas más grandes y fuertes suelen ser las remeras (en las alas) y las timoneras (en la cola); estas últimas actúan como timón, aunque también pueden ser un medio para el cortejo durante la parada nupcial. Las remeras primarias, las plumas largas del borde del ala, son las más resistentes, pues proporcionan la fuerza necesaria para el vuelo, mientras que las secundarias amortiguan la corriente de aire sobre el ala del ave.
El color del plumaje es básico para la defensa de las aves. Las hembras suelen estar mejor camufladas que los machos, porque los colores de sus plumas son menos vivos; esto resulta fundamental en la época de reproducción, mientras guardan su nido o las crías, para no ser víctimas de los depredadores. En efecto, la supervivencia de muchas aves que anidan en el suelo depende de la protección que les proporciona su plumaje; en muchas especies de zarapitos y patos, por ejemplo, las hembras y los pollos presentan una gama de colores y manchas amarillentas, grises, pardas y negras que se funden con el color del suelo donde anidan. El macho, en cambio, luce colores más vivos. El color del plumaje está determinado por la combinación de factores como la dieta del ave y la refracción de la luz. Algunas aves experimentan cambios estacionales: este es el caso del lagópodo escandinavo, que se torna blanco en invierno para camuflarse perfectamente entre la nieve.
No obstante, las plumas se desgastan y las aves se desprenden de ellas para sustituirlas por otras nuevas en un proceso que se denomina muda . Así, a lo largo de su vida, presentan varios plumajes, característicos de la edad o de la época del año. El conjunto de todas las mudas que experimenta un ave durante su vida se llama ciclos de muda . Cuando los polluelos salen del huevo están cubiertos de plumón, que enseguida empieza a ser sustituido por el plumón juvenil. En muchas especies, este plumón es reemplazado durante la época posnupcial, mediante una muda parcial con la que el ave adquiere un aspecto parecido al del adulto, que mantendrá durante todo el invierno, hasta la época prenupcial, en la que experimentará otra muda parcial: el plumaje reproductor. Tras la reproducción, los adultos de la mayoría de las especies suelen mudar por completo.
Las plumas también soportan duros embates durante el vuelo, se ensucian deprisa y suelen