Lencería , livre ebook

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¿Qué se deduce sobre nuestra sociedad de las miles de imágenes de ropa interior moldeando cuerpos esculturales que vemos multiplicarse en vallas publicitarias y revistas? Muchas mujeres acuden a la lencería para complacer a los hombres. Sin embargo, ya desde tiempos inmemoriales las mujeres han usado la lencería, aunque escondida siempre bajo prendas exteriores. Debe tratarse por tanto de algo más que un señuelo erótico.
Las autoras Muriel Barbier y Shazia Boucher han indagado en toda esta iconografía para explorar la relación entre la lencería y la sociedad, desvelando la economía y los entresijos de la intimidad. Establecen los lazos entre la lencería y la independencia, preguntándose si aquella sirve para reafirmar las nuevas libertades o simplemente responde a un cambio en los valores sociales. Este volumen de Mega Square recoge fotos de lencería que datan de los siglos XVII al XXI y, con un tamaño práctico, constituye un regalo perfecto.
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Date de parution

07 janvier 2014

Nombre de lectures

4

EAN13

9781783102150

Langue

Español

Poids de l'ouvrage

1 Mo

© Parkstone Press International, New York, USA
© Confidential Concepts, Worldwide, USA para lengua castellana EDIMAT LIBROS, S.A.
© PMVP / Negative Degrâces (p. 19, 21, 23) / Negative Joffre (p.27) / Negative Pierrain (p. 37, 39)
© Musées d ’ Art et d ’ Histoire de Troyes/ Negative J-M Protte (p. 43, 57)
© Brenot Estate / Artists Rights Society, Nueva York, EE.UU. / ADAGP, París
© Chantal Thomass
© Michael Hammonds / Axfords
© Princesse Tam-Tam
© Bernard Lévy (p. 199)
© Didier Michalet (p. 201)
© Chantelle
© Yaël Landman
© La Perla
© Wolford

Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización. A menos que se especifique lo contrario, los derechos de autor de las obras reproducidas pertenecen a los respectivos fotógrafos. A pesar de haber realizado una investigación exhaustiva, no siempre nos fue posible establecer el titular de los derechos de autor. Cuando éste sea el caso, agradeceremos que se nos notifique.

ISBN: 978-1-78310-215-0

Título original: Lingerie
Autores: Muriel Barbier y Shazia Boucher
Traducción: Susana del Moral
Diseñado por: Baseline Co Ltd
Prefacio


“Primero, descubre quién eres, y luego adórnate en consecuencia.”

Epícteto
CONTENIDO


Prefacio
Glosario Baby doll
Bata
Batista (llamada también lino de pañuelo)
Bikini de hilo dental
Bikini
Bloomers o bombachos
Body (Bodi)
Bombasí
Bordado
Bragas
Bragas francesas
Calcetines
Camiseta interior
Camisón
Cinta
Cintas de liguero
Corsé
Cotilla
Cretona
Crinolina
Cubierta de corsé
Enaguas
Encaje
Faja
Fondo
Franela
Fustán
Gasa
Guardainfante (miriñaque)
Guêpière (también llamada cincha francesa)
Jersey
Ligas
Liguero
Linón
Lycra y Lastex
Mastodeton
Medias
Muaré
Muselina
Negligée
Nylon
Pannier
Pantimedias
Pijama
Polisón
Popelina
Rayón
Sarga
Satén
Sostén
Strophium
Tafetán
Tejer
Tejido llano (llamado también tejido de tafetán)
Trama
Urdimbre
Varilla
Zona
Lista de ilustraciones
Conjunto “Volupté”.
Sostén con aros y braga.
Creación de Chantelle. Otoño/invierno 2003.
La lencería está directa y fuertemente relacionada con la intimidad de la mujer. Durante siglos, los hombres creyeron que el único objeto de la lencería era la seducción. Sin embargo, y aunque sería inútil negar esta intención de seducir, al escoger con cuidado su ropa interior, las mujeres se comportan de una manera ligeramente egoísta y un tanto narcisista. Además, la lencería puede ayudar a una mujer a sentirse bien con su cuerpo, a quererlo, a aceptarlo y, con ello, a afirmar un verdadero sentido de confianza en sí misma. La razón es sencilla: aunque nadie pueda verla, nuestra ropa interior contribuye de manera efectiva a mejorar nuestra silueta e incluso, algunas veces, a moldearla según nuestras preferencias.

Con frecuencia, la lencería ha sido tratada como objeto de seducción. Y son precisamente los hombres quienes han creado esta situación: ver a una mujer en ropa interior es infinitamente más sensual (y sexual) que ver a una mujer desnuda. Debido a lo anterior, se tiende a asociar la lencería con los tacones altos, la manera en la que una mujer camina y que la hace más seductora, encantadora y provocativa.
Chantal Thomass
Colección otoño/invierno 2001-2002.
Asociados con las medias, los zapatos de tacón tienen poder, una virtud obviamente fetichista, tanto para hombres como para mujeres. La percepción y la consideración del cuerpo femenino ha sufrido muchos cambios a lo largo del tiempo. Si comparamos, por ejemplo, nuestra época, comienzos del siglo XXI, con los años 1960 y 1970.

En los años sesenta, cuando una mujer se casaba, más aún cuando se convertía en madre, su cuerpo dejaba de ser considerado como seductor. Hoy, esta idea está completamente pasada de moda. Las mujeres sienten la necesidad de sentirse atractivas, sea cual sea la edad, antes o después del matrimonio. E incluso años más tarde.

Una abuela de nuestros días puede verse y sentirse bella cuando lleva puesta una ropa interior que realza sus formas. Esta evolución (¿o revolución?) moral con respecto a la lencería está directamente relacionada con las innovaciones y las contingencias técnicas en la creación de la ropa interior. La historia de la lencería es digna de consideración. La ropa interior, al contrario del mundo de la moda, es un estado de ánimo. Se puede amar la lencería y sentir la necesidad el cuerpo tanto a los 15 como a los 75 años. El mundo de la producción en serie de ropa es un universo completamente distinto al de la lencería.
La ropa se dirige a un grupo de edad particular: la moda para una adolescente de 15 años es diferente de la destinada a una mujer de 30.
Es por ello que la lencería es más una cuestión de mentalidad y de naturaleza humana. Una mujer con unos kilos de más puede sentirse bien con su cuerpo, aceptar quién es y tener el deseo de acentuar esa belleza llevando ropa interior exquisita. La lencería debe responder a todas estas aspiraciones y adaptarse a cada tipo de mujer. El trabajo del diseñador debe estar orientado hacia este fin.

Par de varillas
Primera mitad del siglo XVII
Hierro, inv. 2002.2.X
Fondo Leloir, Museo Galliera, París

Para crear una lencería que satisfaga todos los estilos, es necesario observar a las mujeres que nos rodean: hijas, asistentes, ¡incluso las que nos cruzamos en la calle! Las posturas que se ven en las películas también pueden ayudar a la inspiración. Además de los usuarios, el material también es una importante fuente de inspiración.

Par de varillas
Inglés, hacia 1660-70
Seda color rosado diluido reforzada con lino rígido con huesos de ballena y adornada con cintas de seda color de rosa
Museo Victoria and Albert, Londres

Las telas son esenciales. La lencería es el tipo de ropa que se usa más pegada al cuerpo femenino y en mayor contacto con su intimidad. Las telas y el encaje tienen que ser agradables, pero no sólo eso. En la actualidad, la ropa interior tiene que ser cómoda y práctica. Hace 30 años, las mujeres francesas (a diferencia de las norteamericanas, por ejemplo) no tenían problemas en usar y lavar a mano una prenda delicada de lencería con encajes, que en ocasiones incluso necesitaban plancharse. Hoy, esto sería inaceptable.

El baño matutino
Jan Steen, hacia 1663
Óleo sobre madera, 64,7 x 53 cm
Colección real, Londres

La lencería debe poderse lavar a máquina, sin necesidad de planchado y debe incorporar todos los elementos esenciales de comodidad, además de la belleza de las creaciones. La evolución de las distintas telas usadas en la creación y elaboración de la ropa interior sigue siendo un aspecto que no puede dejarse a un lado. Además de los materiales, el color sigue jugando un papel muy importante.

El baño
François Boucher, 1742
Óleo sobre lienzo, 52,5 x 65,5 cm
Colección Thyssen-Bornemisza, Madrid

El blanco y el negro sientan siempre muy bien a la piel. El negro, en particular, permite disimular los defectos corporales que todos tenemos. Los colores cálidos (el rosa, el rojo y el frambuesa) también dan realce. Por otro lado, los tonos fríos son siempre más difíciles de usar en la ropa interior. Los verdes y azules son magníficos, pero con mucha frecuencia evocan trajes de baño.

Cotilla de barba de ballena
Siglo XVIII
Tela decorada con flores, inv. 1920.1.1856
Fondo Leloir, Museo Galliera, París

La lencería debe asociarse con el placer de la mujer. El elemento de seducción subyacente, en especial en ciertas prendas de ropa interior, no es ninguna trivialidad. Determinadas prendas son fascinantes y provocan una atracción inevitable. Las medias y los ligueros hacen que una mujer se vea seductora. Los sostenes sin tirantes y las fajas pueden usarse con blusas transparentes.

“ Desvestida para el baño ”
Anónimo, siglo XVIII
Grabado de la serie “ Baths and Toilets ” (Los baños)
Museo Carnavalet, París

Esto puede causar un efecto contrastante y misterioso que puede fascinar a muchos y ser abiertamente halagador para la mujer que se viste de esta manera. En mi opinión hay dos clases de lencería. Por una parte la que se desea mostrar (fajas, ligueros y medias), y por otra, la que se usa exclusivamente para sí misma.

Los baños n o 7
Anónimo, siglo XVIII
Grabado
Museo Carnavalet, París

Esta última categoría debe ser agradable a la vista, pero también sumamente cómoda. En lo que respecta a las medias, por ejemplo, considero que es muy importante que, usándolas a diario, conserven su poder de seducción al desnudarse en presencia de un hombre.

Los baños n o 10
Anónimo, siglo XVIII
Grabado
Museo Carnavalet, París

La lencería está relacionada con ser uno mismo y con la actitud de la persona. En la actualidad hay tres términos que pueden asociarse con la lencería: el refinamiento, la seducción y la comodidad. Es necesario unir estas tres nociones, tratando de no caer en la vulgaridad, para crear una prenda de lencería. Para evitar este escollo, el humor y la pureza son imprescindibles.

Ropa interior de mujer
Inglés, hacia 1770-1780 y 1778 respectivamente
Corsé de lino fino o seda roja,
damasco y lino rayado con aro lateral Rosado
Museo Victoria and Albert, Londres

El mundo de la lencería nos afecta a todos. Tanto a las mujeres que la utilizan como a los hombres, que siempre han creído que las mujeres la usan para seducirlos. La lencería merece un lugar de honor en la historia como en la vida cotidiana. La ropa íntima tiene muchos esti

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