Historia del clero en el tiempo de la revolucion francesa

^. ^:^i^^s^i^3wi^^Bsms^^ssmÊ1f^'/^u n 1 II. HISTORIA DELCLERO ELEN TIEMPO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA, Escrita enfrancés ^or el Ah, Barruel^ deLimosnero su Alteza Serenísima el Principe de Conti , TRADUCIDA AL CASTELLANO. ^¿^^m^ i SEGUNDA REIMPRESIÓN. EN MEXICO: Por Don Mariano Joseph de Zúñiga Ontîveros,y calle del Espíritu Santo, año de 1800.De , S-g-.a^Fr, RAMÓN CA-R. P. Dr.PARECER DEL delCatedráticocíe Predicadores^sans del Orckn Universi-Angélico en la Real PontificiaDo&or y de este Arzobispado»Examinador Sinodaldad^ y Exmo. Señor. muy grande ú la Religion de Jesu-Ara V. E. v.a servicio conce-notorio zelo christiaaochrisro acreditará su , , y se reimprima esta Historiadiendo su superior permiso para que nobleza ele-del Clero Francia &c., escrita con ingenuidad,de y otras lenguasgancia célebre Ab. Barruel. Traducida ya enpor el porllenado dulce consolación los Católicos afligidos losha de santa Madre; es capaz de avivar lamales que padecía su fey hijos que en el seno de la blanda pros-amortiguada de muchos sus costumbres, provocanperidad dexan corromperse a-.i lay elira de Dios, obligándolo á descargar últim.o m.ayor de losy castigos, qual es la pérdida de la divina Religion, haciendo an- tes que la espada de ios crueles perseguidores separe la porción de sus es.ogidos quando no es digna de ellos una nación en ex- , I relaxada.tremo En medio de los hechos mas raros espantoso:?, dey Gue no hay exempiar en los anafes del mundo, Dios ha obrado oran- des portentos á favor de su Iglesia, ha querido dar terriblesy lecciones á la tierra. El siglo XVîîI. manchado con tantas im- piedades de escritores infern?des sang-uinarios, infernadoy con los atroces delitos de los Sep'enihrizadoras quando la mas ymm-^ truosa formid.ihk asociación^ losla de jacobinos, quisoy sst.íllccer un tiempo el irr.perioá áei terror de la mtteríe del crimen, y co-, mo se explicó después el Gobierno francés en el proyecto de ia nueva constitución ere pronunció Eovsi de Anglas, deseando se- pultar lasenlre sombras del ohidc aquellos dras tan funesto^ á ¡a ' virtud á la inocencia. 'Este mismo sigío comparece finy al coro- nado de gloria por iti santidad, firmeza heroica, y resplandecien- tes diademas de tantos Confeores Mártires dey la jurisdicciónespiritual de otros dogmas sacrosanto?. Ely Ven. Cura de San Salpicio el Señor Chetardie exponiendo no, , ha muchos años un lugar del Apocalipsi, tratando lade entrada en la seíta edady de la Iglesia, decía, que se acercaba un tiempo de persecución^ y que pronto habría muchos Mártires el perseguido Obispoy de; , Senez, el Illmo. Bonnevai, añrmaba ante los Magistrados: si el \ Se'rtor quiere proh-T- à los suyoi^ el siglo XVUl tendrá sus Márti- res como el /)>-///-/cr.; : mi cab-jza es de los húmhres mi abna de, solo Líos. Se ve así cumplido en esta Historia admirable; leyéndo-y la segunda vez, me ha parecido renovadosver los gloriosos combates ai là:. Mártires de León de Francia en el segundo si- glo, consagrados á la iamortaüáad en las obras del grande Eu- iebio; he creído ver que la sangre de aquellos justos iiabia pro- ducido un pueblo de Mártires en el mismo terreno, he espe-y rado en Dios que e>ta sangre, aún caliente, será fecunda semilla 'de nuevos Chrlctianos. Sin duda, Exmo. Señor, esta piadosa ledura excitará en los corazones de todos, aun en los mas empedernidos, el ardor de la fe piedad christiana; ensenará sumisión, obediencia, su-y frimiento amor á la que es la rica herencia del Evange-paz,y lio loables exempios harán conocer prácticamente qual: estos es de va-.alíage sujeción áel espíritu de la Religion en punto los Iy con Tertuliano elque mandan, que se puede repetir desafio'y hecho á los enemigos de nuestra fe: quando los Christianos han ,¿ rebeldes ni sediciosos ? Quando se les ha visto trastornarsido } al César ? Ki aun quando son persegui-los gobiernos ni resistir los Dioclecianos. Sabenni aun quando los matan morir,dos, no saben sublevarse.pero horror laspues, esta Historia el debido á re-Inspirará viendo tanta sangre inocente derramada,voluciones sediciosas, ciudadano de Ginebra protesta mas dequando hasta el ruidoso podría acabar la revolución masfavo'debería niuna vez que no , solo hombre. Esta confe-de costar la sangre de unrabie si habia^ para los sequaces de susdebia ser de mucho pesosión de R,uso en esta Historia ser-los hechos que se refierenmáxíinas pero ; capaces de horrori-enseñanza, fueranvirán de mas poderosa y malesautores de tantos desas-zar á que han sido ylos mismos tres.